Días del 46 al 52

“No se puede ser tan absurdamente optimista como para no ser consciente de los riesgos, ni tan ridículamente pesimista como para oprimir y dañar a los que quiero” – Déjame que te cuente (Jorge Bucay)

Profesores que marcan la diferencia

Tomando de base el hecho de que soy una persona generalmente optimista, hoy me siento por encima de mi media. Hay diversos factores que lo justifican…

He retomado el curso de HTML y CSS de mi colega Jonas. Sí, digo “mi colega” porque paso varias horas al día con él y como además es muy majete, me ha parecido apropiado dirigirme a él como si de un (virtual) amigo se tratase.

Puede parecer que esto no tiene importancia, pero para mí sí la tiene. Porque aquí estoy hablando sencillamente del carisma de un profesor.

Llevo varios meses estudiando intensamente (dentro de lo que mi trabajo a tiempo completo me permite) y creo que es justo decir que he empezado (que no acabado) un gran número de cursos, tutoriales, vídeo-tutoriales…como para poder compararlos.

Surcando mares cual pececillo explorador

De hecho, algún día planeo recopilarlos todos en un post, pero para eso aún tengo que acabarlos satisfactoriamente y poder sentirme con la suficiente autoridad como para recomendar o desaconsejar unos u otros… Porque por ahora me siento como un pececillo en un vasto mar plagado de peligros, oportunidades, y corrientes a las que unirse o de las que desertar.

Una de las cosas que más me gusta del curso de Jonas es que te da recursos externos geniales (y gratuitos) para profundizar en cada uno de los temas que trata. Con eso consigue:

  • Que no me aburra de tanto verle el careto, al pobre.
  • Que amplíe mis conocimientos gracias a otras fuentes, las cuales, a su vez, me hacen descubrir otras fuentes de conocimiento, y así sucesivamente.

Por ejemplo, en la lección de Jonas sobre User Experience, recomienda un crash course genial y que ya he acabado, y dentro de éste, te da ejemplos muy valiosos que te llevan a otras webs.

Vamos, que estos días me siento lo contrario a estancada. Me siento como ese pececillo del que hablaba, con esos ojos abiertos como platos constantemente, aleteando porque no puedo (ni debo) quedarme quieta. Y estos días, I’m lovin’ it.

Sol de primavera y Forrest Gump

Será por el inusual sol de primavera que brilla estos días por el norte, pero últimamente me he estado levantando por las mañanas con unas ganas locas de estudiar. Vamos, igualito que me pasaba cuando estudiaba Derecho… ¬¬

Y como también le he cogido el gustillo a educarme financieramente, sigo en ello (siguiendo mi principio de 90/10 del que hablé en mi anterior post). Ahora estoy escuchando charlas de Juan Haro. En ellas, habla y enseña sobre inversión, y pone ejemplos tan curiosos como la actitud ante la vida del personaje de Forrest Gump. Y es que es el hecho de afrontar todo desde la curiosidad y sobre todo, de actuar más y pensar menos es lo que nos lleva a cumplir metas que un día fueron tan sólo sueños.

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