Días del 53 al 59

No hay que olvidarse de disfrutar por el camino

Estoy a punto de acabar el curso de Jonas y me siento hasta emocionada por ello. El curso en sí se ha vuelto más dinámico que nunca. Eso, o sencillamente he cogido un buen ritmo. Debe de ser por eso que últimamente lo estoy disfrutando tanto.

Estos días también he llegado a la conclusión de que una manera práctica de mostrar públicamente mis habilidades de programación es publicando mis proyectos en Codepen, y así tengo pensando hacerlo próximamente.  Es una plataforma fantástica para publicar mis trabajos o muestras antes de lanzarme al mercado de manera oficial y haga mi propia página web promocional.

Recordando mis primeros pinitos con el diseño web

Estos días estoy un poco melancólica. Recuerdo las primeras semanas en las que me sumergí en los lenguajes HTML y CSS, que me confundía hasta en la estructura de la sintaxis básica. El equivalente a no saber distinguir entre pronombre, sustantivo y verbo en una frase. Aunque ahora todavía hay miles de cosas en las que me atasco, por lo menos ya noto una gran mejora en cuanto a la sintaxis de estos dos lenguajes. Y poder darme cuenta de mi propio progreso es algo verdaderamente satisfactorio.

De hecho, el curso de Jonas tiene un proyecto de desarrollo de una página web y estoy a punto de acabarlo. ¡Y reconozco que durante el camino me lo estoy pasando genial! Porque hasta ahora había recibido dosis de frustración y alegría a partes iguales… Por fin la balanza pesa más del lado de la alegría.

La práctica hace al maestro…tarde o temprano

Como todo en la vida en general y como en el mundo de la programación en particular, la mejor manera de aprender es practicando. Pero, ¿cuándo llega el momento en que has practicado lo suficiente como para decir que ya “sabes programar”? ¿Cómo identificar ese momento?

Tengo la teoría de que esto es comparable con el sentimiento de atracción hacia una persona: Si dudas si te gusta, acéptalo: no te gusta. En este caso…Mientras siga dudando si he llegado al momento de poder decir “sé programar”…es que no he llegado.

Pero en fin…todo a su tiempo.

Al fin y al cabo, todo proceso tiene su curva de aprendizaje, y ahí estoy yo, surfeando en algún punto de la curva, aunque no sepa exactamente dónde.

Siguientes pasos del camino

Pero la verdad, no me preocupa demasiado. Ahora mi prioridad es aprender y entender cómo se hace una web (cosa que estoy logrando, ¡yuju!) y terminar el curso de Jonas.

Después creo que voy a empezar el tutorial de MDN, otro de los más recomendados en la web.

Y luego empezaré a mirar pequeños proyectillos en sitios como Upwork para ver si es posible coger una mínima experiencia empezando ahí, aunque gane una miseria. Pero en este caso, el dinero es lo de menos.

Para eso tengo un trabajo a tiempo (casi) completo que me paga las facturas. ¡Y es que esta semana he empezado mi jornada parcial! Y, para resistir tentaciones ese día que he dejado de ir al trabajo, y para no darle la razón a mi madre, quiero escribir alto y claro mis 3 mandamientos:

  • Me seguiré levantando a las 7 am
  • NO me pondré a hacer tareas de casa
  • Me dedicaré íntegramente a estudiar mañana y tarde, con mi hora sagrada de deporte

Las ventajas de comparar

Y bueno, volviendo a lo mucho que estoy disfrutando mientras programo el proyecto de Jonas, me he dado cuenta de que una de las razones principales de que me guste tanto es porque el profe hace las cosas fáciles.

Suena a topicazo, pero me explicaré.

Hasta hace poco, como estoy aprendiendo, pensaba que sólo había una manera de hacer las cosas. Por ejemplo, un menú de navegación. Gracias a Jonas, y a seguir distintos métodos para aprender sobre el mismo tema, he aprendido que hay varias maneras de hacer un menú de navegación, unas infinitamente más sencillas que otras. Lo cual es un alivio.

Designing in the browser: me subo al carro

Otro ejemplo: el primer curso que hice sobre diseño y desarrollo web, nos explicaba que el proceso de diseño web debe hacerse con programas como Photoshop o Illustrator, cosa que me dejó bastante chafada. Porque estaba y ahora más que nunca estoy convencida de que puedo diseñar mis propias webs y también programarlas, y además, hacerlo sin programas como Photoshop.

Mi lógica me decía (o quizás mi cabezonería) que tenía que haber una manera mucho más eficaz para hacer yo misma el diseño de una web que luego podría programar. Y entonces llegó Jonas diciendo que cada vez más programadores diseñaban sus webs directamente en el navegador (por supuesto, basándose en un modelo estructurado, bocetos hechos previamente considerados definitivos, etc.), pero pasando de Photoshop. Y para hacer estos bocetos, existen programas tan útiles como Sketch o Adobe XD. Y aquello fue música para mis oídos.

¡Que continúe el aprendizaje!

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