Definición de los objetivos de este blog
Como se puede apreciar, he disminuido considerablemente la frecuencia al escribir posts.
Creo que es un proceso natural para los inicios del blog, ya que por el momento no me lee ni mi madre. Cosa lógica, ya que ni ella ni prácticamente nadie sabe que he iniciado esta aventura literaria.
La falta de visitas no es algo que me preocupe de momento, dado que este blog tiene varios objetivos que pretendo que se cumplan en orden cronológico.
El primero es contar en tiempo real mis progresos en el estudio del desarrollo web, y mis dificultades para cambiar de trabajo.
Una vez cumplido el objetivo de cambiar de trabajo, el segundo objetivo del blog es empezar a ayudar a las personas que, como yo, quieran cambiar radicalmente de sector laboral.
El tercero será alejarme lo más posible de los países de cielo gris.
La búsqueda del ansiado cambio de trabajo
¡Hay que ver cuantísimas ganas tenía de escribir de nuevo! Y es que para mí esto es como una droga, necesito mi dosis regular y llevo casi 30 días sin ella. Pero sé que algún día podré hacerlo de manera habitual como complemento a un trabajo y un estilo de vida hecho a mi medida.
Pero por el momento, debo dedicar mi tiempo al estudio y la búsqueda de trabajo.
Y, hablando del tema…desde la última vez que escribí, sorprendentemente para mí, he conseguido dos entrevistas. ¡Dos! ¡Yo! Que me siento como un pececillo aprendiendo a nadar.
Una de las entrevistas aún no tiene fecha, estamos intentando ponernos de acuerdo y sinceramente no sé si al final tendrá lugar.
Pero la otra…la hice este jueves. ¡¡Yuju!! Estaba tan nerviosa que me fui por la patilla varias veces antes de coger el bus rumbo al lugar. Y al principio de la entrevista me costó mantener mi voz firme y sin tembleques. Pero cuando llegamos a la parte técnica de preguntas sobre programación, me relajé, y asombrosamente respondí bien al 85% de las preguntas. También me dieron una hoja en blanco e instrucciones para que escribiera un mini-programa. No lo hice perfecto, pero el entrevistador mi dijo “hay algunos errores, pero lo que necesitamos comprobar es que sepas programar. Y tú sabes”.
Soy consciente de que a pesar de las buenas palabras, sigo estando muy verde y es muy posible que no me cojan. Pero sinceramente, estoy orgullosa de cómo lo hice. Porque he derribado una barrera hecha de miedos y complejos, y de eso va todo esto.
Consecuencias de tener compañeros de trabajo encantadores
Muchas veces le cuento a mi novio lo duro que me va a resultar dejar mi actual trabajo. Sí, las tareas las detesto, pero he hecho buenos amigos y entre ellos destaca una de mis jefas, con la que me llevo tan bien que hasta fantaseamos con invertir bien nuestros ahorros, dejar nuestros trabajos y hacernos un Martes y 13: “Pocholo y Borja Mari fíjate, se fueron a esquiar”.
Claro, que para mí de fantasía no tiene nada, porque yo no voy a durar mucho en ese trabajo ni en ninguno que se le parezca (mundo laboral del derecho corporativo/administrativo/financiero).
Por mi jefa no puedo hablar, pero espero sinceramente que pronto consiga ser más libre. Por lo pronto, le he recomendado que se lea Cómo hacerse rentista, el libro de Josan Jarque que me abrió los ojos sobre el mundo de las inversiones a largo plazo y los dividendos.
Pero bueno, uno no puede quedarse en un trabajo únicamente porque se lleve bien con sus compañeros, también tiene que gustarle mínimamente lo que hace. Y yo lo detesto con todo mi corazón. Y a pesar de ello, lo hago todo lo bien que puedo.
Aprendiendo sobre independencia financiera
Aunque también es cierto que en cuanto tengo un minuto libre, lo aprovecho para leer blogs sobre independencia financiera para seguir formándome en el asunto.
Descubrí Muchos Ingresos Pasivos, El Monje Paciente, Invertir en Dividendos y Cazadiviendos, y me estoy leyendo absolutamente todos sus artículos desde su concepción. ¡Estoy enganchadísima!
Patrás, como los cangrejos
Entrando más en materia sobre mis progresos con el estudio, debo decir que hace unas semanas paré la comitiva y puse en pausa el curso de Andrei.
Y es que el tema de React me superó y me di cuenta de que aún no estaba lista para abordarlo.
Así que como lo importante cuando uno quiere aprender algo es estudiar el tema y luego afianzarlo, ahora he vuelto a la fase de afianzar. A veces siento que voy “patrás como los cangrejos”, pero me da igual, porque sé que es lo que debo hacer.
Así que estoy volviendo a afianzar mis conocimientos sobre HTML y CSS a través de un curso avanzado de Jonas que me está encantando. Y me encanta porque lo puedo seguir perfectamente, a la par que aprendo conceptos tremendamente útiles para el futuro y que de hecho me sirvieron mucho para la entrevista.
Antes de parar con los cursos de JavaScript, terminé un proyecto divertido, el cual sinceramente sería incapaz de reproducir ahora si me dieran un editor de código en blanco.
Esa es la señal que me hizo parar el carro, el hecho de que no sabría reproducirlo por mí misma.
Y no pasa nada, no debería forzar mis capacidades para ir a un ritmo que honestamente no puedo seguir.
Lo que ocurre es que tengo en mente mi plazo auto-impuesto de cumplir mi objetivo en máximo 365 días, y a veces me agobio y pierdo el norte, pensando sólo en los días que me quedan, y no en aprender.
Pero también estoy “aprendiendo a aprender”, y la verdad que es un proceso tan duro como enriquecedor. Mis padres me lo notan en la voz y yo lo sé desde que decidí hacer realidad este proyecto de vida: estoy ilusionada, feliz y motivada.
Sigamos adelante.
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir” – Gabriel García Márquez.