“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable; para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”
Victor Hugo
Y llegó la oportunidad definitiva
Es curioso, pero hasta que no me han hecho una buena oferta de trabajo, con un contrato indefinido en el mundo de la programación web, no me había sentido totalmente segura para poder decir que había cambiado de profesión. Ahora, algo en mí ha cambiado. Algo se ha afianzado. Soy programadora web front end, y pronto lo seré a tiempo completo 🙂
Planeando 2019
Efectivamente, hace unos días mi empresa me ofreció un contrato a tiempo completo, indefinido. Aún no se los detalles, pero me los dirán la semana que viene. Cuando me lo dijeron, sentí un chute de felicidad. Pero también tragué saliva, porque me di cuenta de que, a partir de este momento, empieza la segunda maratón: hacerme imprescindible para ellos y dar la talla sobre lo que esperan de mí.
Más trabajo, más estudio, más ilusión por seguir mejorando
En cuanto a mi trabajo, la cosa se va estabilizando poco a poco y cada vez soy más autónoma con mis tareas, y ya no tengo tiempos muertos que pueda dedicar a estudiar. Cuando los tenía, me terminé el libro Up & Running, el primero de la serie You Don’t Know JS, y admito que este ha sido el segundo intento de leérmelo y hacer los ejercicios, porque la primera vez me desmotivó por completo no saber hacer ni el primer ejercicio, por mucho que me leyera las explicaciones.
Así que, como primera aproximación a JavaScript, y por muy recomendado que esté para principiantes…yo no lo recomiendo. Para mí, el mejor momento para hacerlo es cuando ya se haya tenido un primer contacto con los conceptos fundamentales de JavaScript. Entonces sí: el libro es genial.
Conforme más tiempo pasa, más me afianzo en mi postura de aprender desarrollo web mediante cursos en vídeo, no leyendo. Los libros son un complemento. Necesario, yes, pero un complemento.
Nostálgicas Navidades
Y nada, estos días en casa me han venido muy bien para retomar fuerzas y arreglar algunos asuntos pendientes, como por ejemplo…darme de baja del colegio de abogados. Sentí un pequeño hormigueo cuando recibí la baja definitiva, y pensé ‘’a esto saben los cambios deseados’’.
También tuve tiempo para estar con mi grupo de amigas del alma, salir de fiesta, contarnos problemas, alegrías y rememorar batallitas… y es que, aunque siento que estoy en el mejor momento de mi vida, también soy consciente de que mis 30 están a la vuelta de la esquina (y también para mis amigas), así que hemos entrado en un modo nostálgico muy entrañable.
Siempre he disfrutado de mi tiempo con ellas, pero ahora lo disfruto incluso más. Y quiero más de ellas. Quiero más de mi familia, quiero más de mi tierra. Y es que a pesar de sentir que mi paso por este país es temporal, no puedo controlar a mi corazón cada vez que me voy de España para volver aquí. No creo que pueda aguantar volver a dejarlos atrás muchas más veces. Mi corazón ya tiene muchas grietas, una por cada vez que he vuelto de visita y me he vuelto a ir.
La importancia de creer en tu propio
proyecto
Con respecto a mis estudios, ¡por fin he terminado el curso de Colt! Y la verdad que me he quedado con un sabor agridulce, porque ni se despide ni nada, y el proyecto se queda a medio hacer… Además, la última parte no la hace él y toca los temas de this keyword, closures y OOP por encima.
Peeeero ningún problema, porque al terminar el curso de Colt, retomé el de Jonas, y él lo explica en detalle, y por fin he conseguido entenderlos y utilizarlos 🙂
También hay otro tema que me ha empezado a dar vueltas a la cabeza en las últimas semanas: montarme mi propio negocio de diseño y desarrollo web. Y es que aunque emprender por mi cuenta es el algo que no creo que haga hasta dentro de varios años (si lo llego a hacer), ya es algo que ha entrado en mi radar, flasheándome con breves destellos de mi posible futuro. Destellos que existen sólo en mi imaginación de momento, pero todo gran plan tiene un origen.
Un viaje por las diferentes etapas de mi
proceso de aprendizaje
Por otro lado, creo que es normal que, cuando una persona empieza a estudiar algo y a descubrir un mundo nuevo de posibilidades, poco a poco se vaya formando su propia idea sobre ciertos temas. También ocurre que vas comprendiendo que tus ideas preconcebidas sobre algún tema eran en realidad ideas equivocadas. Por ejemplo, he aquí la evolución de mis pensamientos desde noviembre de 2017, momento en el que empecé a estudiar:
- Voy a aprender a hacer páginas web, ¡guay! Y esto se llama diseño web.
- Pues HTML y CSS no parecen muy difíciles, ¡programar no es tan complicado!
- ¿Cómo? ¡¿Qué HTML y CSS no son lenguajes de programación?! ¿JavaScript? ¿Y eso qué es?
- ¿Será normal que se me dé tan sumamente mal JavaScript? Porque a este paso no voy a aprender a programar ni en 100 años…
- Vale, con HTLM, CSS y JavaScript ya me considero front-end developer…aunque estoy más verde que una lima.
- Algún día quiero ser full stack developer, y dominar las tecnologías del back-end y el front-end.
- Mmmm… ¿y el trabajo que viene antes de empezar a escribir código HTML? ¿UI designer, dices que se llama? Voy a investigar más…
- Dios mío, estoy enamorada del diseño de UI… ¿y si fusiono eso con mis conocimientos de HTLM, CSS y JavaScript?
Y así, en esos 8 puntos (mini-etapas de mi vida por las que he pasado), ahora me hallo en el punto 8. Y de momento, he encontrado el equilibrio ideal para seguir aprendiendo. Así que lo que estoy haciendo en estos momentos es alternar mi actual curso de JavaScript (el de Jonas) con un curso de UI design con Adobe XD
¡Y me está cundiendo que da gusto! Porque, cuando me saturo con JavaScript, simplemente cambio al curso de diseño, y viceversa. Y de momento, me parece el sistema perfecto. Y la combinación de aptitudes ideal para mi futuro.
¡VAMOS!