30 lecciones aprendidas

“Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de gente existe, eso es todo” – Oscar Wilde

Hoy hace media vida que estaba en plena adolescencia. Una época en la que tenía muy poca autoconsciencia de mi forma de pensar y de ser. Era otro tiempo, que me resulta a años luz por un lado, y muy cercano por otro. Muy lejano, porque he cambiado bastante (a mejor, ¡espero!) desde entonces, pero muy cercano porque, al margen de que ahora las resacas me duren 2 días, en lugar de 2 horas como me solían durar… me sigo sintiendo una niña, y últimamente más que nunca.

Una niña con unas ganas locas de explorar, de aprender, de viajar, de conocer.

De estudiar, de ser la más friki de la clase sin miedo (ahora) de ser rechazada por ello.

De ser la que más sabe de tecnologías, enorgullecerme de ello, dedicarme a ello.

De escribir sin control, de diseñar, de programar, de aprender a dibujar (pero con Illustrator, que mezcla la creatividad con la tecnología, mi combinación favorita).

Y es que, a pesar de que últimamente lleve una vida verdaderamente atareada por mis obligaciones de trabajo y estudio intensivo, estoy disfrutando como una enana, y no sólo por el tiempo presente, sino por el cosquilleo que me entra cuando pienso en lo que está por venir.

Así que cumplir 30 años no me pesa, sobretodo porque sospecho que alguien se ha equivocado y que en realidad estoy cumpliendo 20… Pero quizás si estuviese cumpliendo 20 no podría haber recopilado esta lista de mis 30 lecciones de vida favoritas, que me hacen ser hoy la mujer que soy:


1. “Sin ti no soy nada”, o la valiosa lección de mi padre.

Era una mañana fría y mi padre me estaba llevando, como cada día, al instituto. Yo tenía unos 15 años. En la radio sonaba “Sin ti no soy nada”, de Amaral. Mi padre, ligeramente molesto por el mensaje que la canción transmitía, me dio un breve pero intenso discurso sobre la importancia de ser una persona perfectamente completa y funcional por sí misma, sin que nadie te tenga que complementar para que llegues a “ser”.


2. Rodéate de personas que te hagan crecer.

Cuando somos niños, seleccionamos a nuestros amigos en base a criterios muy básicos: la compañera con la que compartes mesa en parvulitos, la vecina, hija de los amigos de tus padres... Cuando creces, tu criterio se perfila, que no necesariamente significa que mejore. Asegúrate de que así sea, eligiendo amigos y/o parejas que te hagan ser tu mejor versión. Es decir, rodéate de personas de las que aprendas, a las que admires, que te hagan reír a carcajadas y que compartan tu visión sobre la vida.


3. Aléjate de las personas tóxicas

Esta es quizás la lección más importante de esta lista. Tienes sólo una vida, no la malgastes con personas que no están dispuestas a pasar tiempo contigo, o peor, con personas que intencionadamente te hagan sentir mal sobre algún aspecto de tu vida, o con las que te sientas cohibida y no puedas ser al 100% tú misma.

Como experiencia personal que inspiró esta lección, tuve un novio que, al pasar juntos unas semanas fuera de España, y yo llamar a mi madre a menudo para contarle cómo iba todo, me dijo que era estúpido que hablase tanto con mi madre, si la iba a ver pronto.

Pongámonos en situación: yo era muy joven, y a este chico lo quería mucho, pero por su tipo de personalidad, me hacía sentir tremendamente insegura y en aquel momento temía dejar de gustarle si no me comportaba como a él le gustaba.

Así que en este ejemplo, dejé de llamar a mi madre y cuando volví a España, me la encontré preocupadísima y además, me cayó una bronca por parte de mi padre por haberlos dejado de llamar.

Me arrepentí siempre de aquello, y desde aquella relación, jamás he tomado una decisión importante por complacer a alguien que quiero si en el fondo mi corazón me está diciendo que actúe totalmente distinto.

“No puedes supeditar tu vida a los demás. Debes hacer lo que consideres mejor para ti, aunque con ello lastimes a tus seres queridos” – El cuaderno de Noah.


4. Sé decidida, porque las decisiones que tú no tomes, estarás dejándolas en mano de otra persona.

No se trata de tomar decisiones a lo loco, sino de ser consciente de que tú, a día de hoy, eres el producto de las decisiones de tu pasado. También eres el producto de las decisiones que no tomaste, fruto del miedo o de la pereza, que te hacen estar donde estás hoy. Como me dijo mi padre (qué hombre tan sabio) cuando tuve que tomar la decisión de quedarme en un país o mudarme a otro por motivos laborales “Hija, valora bien tus opciones y toma un decisión. Decidas lo que decidas, esa será la opción correcta”.

Así que ten siempre presente que “el valor espera. El miedo va a buscar”.


5. Preguntando se llega a Roma.

Tuve un novio al que le hacía mucha gracia que yo hiciese tantas preguntas. Me llamaba “Preguntonita” y con él fue con quien empecé a perder la vergüenza de preguntar cualquier cosa que me resultara curiosa.

Hoy, aunque tengo mi grado de timidez, sé que mi curiosidad le gana, y gracias a hacer las preguntas adecuadas he resuelto muchos problemas y me ahorrado muchísimo tiempo.  Como ejemplo clave de esta lección, cuando me puse a buscar trabajo de front-end web developer, me dediqué a preguntar a mis contactos que, aunque no eran amigos cercanos, podrían tener alguna información útil para mí sobre dónde buscar trabajo, algún consejo, etc. Al final, uno de ellos acabó consiguiéndome una entrevista para la empresa para la que ahora trabajo 😊.

Sé que nada de eso habría pasado si me hubiese quedado calladita en un rincón, buscando ofertas de trabajo de manera más “cómoda”.


6. La riqueza de leer no-ficción

Antes sólo leía novelas y sólo escuchaba música. Desde hace un par de años, viré un poco hacia lecturas de no-ficción y gracias a eso he aprendido de temas tan fundamentales como economía e inversión, ingresos pasivos, emprendimiento, alimentación saludable, nomadismo digital y un sinfín de temas que hoy ya forman parte de mi día a día.

Lo mismo con la música. Ahora en Spotify escucho algo mucho más enriquecedor: podcasts de tecnología, de marketing, de viajes… Aún no dejo de sorprenderme de todo lo que aprendo de camino al trabajo 😊.


7. Un libro no va a cambiarte la vida. Muchos sí.

Esta lección la aprendí a consecuencia de la anterior, y puede que sea la lección más potente de todas. Lo viví con el tema de las inversiones. Me leí hace mucho tiempo el libro de Josef Ajram y llegué a la equivocada conclusión de que la Bolsa no era un sitio donde invertir dinero, que era una lotería y además tenías que aprender trading.

Años después, llegó a mis manos “Cómo hacerse rentista”, iniciando un ciclo de lectura de no-ficción que lo cambió todo. El ciclo se compuso del libro “Vive pasivamente”, todos los libros de Gregorio Hernández y los blogs de Cazadividendos, Invertir En Bolsa, La Hormiga Capitalista, Muchos Ingresos Pasivos y El Monje Paciente, entre otros.

Educación financiera prácticamente gratuita que te puede cambiar la vida. A mí me la ha cambiado.


 8. El amor romántico y la necesidad de que sea compatible

“Si hay algo peor que sufrir por un hombre, es sufrir por el hombre equivocado”.

Con esta frase sacada de mi época fan de la serie El internado, quiero destacar que enamorarse es muy bonito, pero nunca te llevará a ningún sitio (al menos, a ningún sitio placentero) si no tenéis inquietudes comunes y valores sólidos como rocas que cimienten vuestra relación.

Y la única forma de saber si sois compatibles es sacando esos temas clave a relucir. Evidentemente no me refiero a que le preguntes cuántos hijos quiere tener en vuestra primera cita, sino que simplemente lo tantees sobre los temas que te interesan. Para mí, la mejor manera de comprobar la compatibilidad con una persona es viviendo juntos. Y como eso es un paso de gigante, la antesala de eso es, sencillamente, viajar juntos. Aunque sea yéndote al campo de sus abuelos que nadie usa en invierno.

Cosas tan sencillas como si es una persona que le gusta madrugar o dormir hasta el mediodía, si come sano o pasa de todo, si es organizado… Por ejemplo, a mí me parece una cualidad muy sexy en un hombre que lea mucho, tanto temas de actualidad como novelas. Una vez, un chico me dijo (orgulloso, para más inri) que lo único que leía era “el Marca y en el trono”. Qué maravilla…qué derroche de sensualidad...

“Amar no es solamente querer, es sobretodo comprender”


9. Nunca confundas amor con dependencia

La relación más sana es aquella en la que puedes decirle a tu pareja “te quiero, pero no te necesito”. Vale, quizás no es la frase más romántica de la historia, pero para mí, es la expresión más pura de amor.


10. “FRIENDS”, o el arte de usar el humor para resolver (casi) todos tus problemas

FRIENDS es una de esas series cuyas escenas puedo recitar de memoria. Y muchas veces me he encontrado en una situación cotidiana parecida a alguna de sus escenas y he pensado “¿Qué haría Monica en mi lugar?”. Y es que FRIENDS te enseña a tomarte la vida (e incluso la muerte) con humor, y a quitarle hierro a toda situación, por muy compleja que ésta sea.

Así que tómate la vida con buen humor. Te lo pasarás mejor y además te aseguro que tus problemas perderán importancia.


11. El profesor NO te tiene manía.

Arrastramos la idea de que ''el profesor me tiene manía'' desde pequeños y durante el resto de nuestra vida sin darnos cuenta, tomando la nueva forma de ''esa me mira mal''. Me parece de vital importancia aprender a no tomarnos las cosas de manera personal y sustituir esa actitud por el pensamiento de, si “esa te mira mal”, no es por ti, sino porque mirará mal a todo el mundo, o simplemente se le habrá metido algo en un ojo. Olvídate, ríete y sigue con tu vida.


12. Orgullo, el justo.

En una situación de conflicto, quédate con la sensación de haber sido tú la persona que dio el primer paso por la concordia, porque nunca sabes lo que va a pasar mañana.


13. La tranquilidad de viajar ligera de equipaje.

Toda la vida he viajado con maleta facturada, de 20kg como mínimo. Lo he hecho por inercia, porque en mi familia así se ha hecho siempre, sin plantearme si eso era necesario y/o normal.

Hace unos años, cuando me vi forzada a viajar sólo con equipaje de cabina por un tema de combinaciones de vuelos, abrí los ojos. Desde entonces, siempre que viajo a un sitio cálido donde la ropa que necesite sea fina, llevo únicamente maleta de mano, y lavo allí cuando es necesario.

Porque al final cuando recuerdes ese viaje, no te vas a acordar de la camiseta que llevabas puesta mientras contemplabas Il Altare della Patria en Roma, sino de lo imponente que te pareció y de lo bien que te lo pasaste mientras intentabas la misión imposible de sacarte una foto sin una familia de chinos detrás.

“La felicidad es interior, no exterior. Por tanto, no depende lo que tenemos, sino de lo que somos”


14. Usa bien el poder de las palabras.

Amo leer y escribir. Ambas cosas me han ayudado a ser más consciente de mi presente, mi pasado y mi futuro. Recientemente descubrí lo que era el copywriting y me enamoré de ese mundo de la escritura persuasiva. Y es que aprender a persuadir con las palabras puede llevarte hasta el fin del mundo si eso es lo quieres. Aprende algo de copywriting, te sorprenderá lo útil que te puede resultar. El libro de Joseph Sugarman me parece un pilar fundamental para empezar.


15. No pierdas el tiempo discutiendo

No es que me guste discutir, es que me encanta llevar la razón. Al menos, así era antes, hasta que me di cuenta de cuánta energía me consumía discutir sobre un tema efusivamente sólo para conseguir un “ah pues tienes razón”. Ya no soy así. Ahora, sólo discuto cuando veo que, de no hacerlo, voy a dejar de conseguir algo que quiero. Es decir, selecciono cuidadosamente mis batallas. Por ejemplo, soy una persona que siempre ha hecho deporte por su cuenta, rara vez he ido a un gimnasio y siempre he sacado la fuerza de voluntad para mantenerme en forma.

En mi vida me he cruzado con gente que me ha dicho cosas tan disparadas como que hacer deporte en casa es de vagos, o que nunca voy a conseguir buenos resultados si no voy a un gimnasio, o que sólo lo hago por ahorrarme dinero. Ahora este tipo de situaciones las respondo con una sonrisa y un sarcástico “pues será eso”. Y todo esto lo aprendí de un chiste:

  • Hombre Manolo, ¡qué bien te veo! Estás rejuvenecido, ¿qué has hecho?
  • He dejado de discutir con la gente.
  • Hombre, ¡no será eso!
  • Pues no será.


16. La importancia de dejar ir

Esa lección está relacionada con la anterior, y la recuerdo fácilmente gracias a Frozen. “Let it go, let it gooOOOOOO”. En fin, que hay que saber cuándo parar y aprender a no forzar las cosas.

Por ejemplo, cuando no te cogen en un trabajo para el que sabes que dabas el perfil a la perfección. Preguntas a la empresa si te pueden dar algún motivo y ni te contestan. Let it go, no era para ti.

Cuando un chico te deja por un motivo tan simple como que ya no siente lo mismo. Seguramente es porque nunca te quiso de verdad y se da cuenta ahora. Let it go. En serio, let it go y no te pongas en ridículo. No te lo mereces.


17. Cuerpo sano, mente sana

Haz deporte todas las semanas, varios días si es posible. Dormirás mejor y serás más feliz gracias a tus amigas las endorfinas, que quedarán liberadas al ejercitar tu cuerpo.


18. Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca a donde quieres estar mañana.

Esa frase la leí poco después de inaugurarme en el mundo laboral. Me hizo reflexionar, porque en aquel momento no tenía ni idea de “dónde quería estar mañana”, pero desde aquel día empecé a pensarlo.


19. Las comparaciones son odiosas, pero si vas a compararte con alguien, sé justa y hazlo en igualdad de condiciones.

No me vale que midas la inteligencia de una ardilla y de un delfín por su capacidad para trepar a un árbol.


20. ¡Sorpresa! La gente cambia y no hay que escandalizarse por ello

Cambia de trabajo si el que tienes no te gusta. Me da igual que esté relacionado con lo que has estudiado. Si eso es lo que te preocupa, estudia otra cosa.

Si no cambias algún aspecto de tu vida por miedo al rechazo de los demás, convivirás toda la vida en conflicto contigo misma. Y no quiero estar cerca cuando esa bomba de relojería estalle.


21. Lucha por tus sueños. Si no lo haces, otra persona te pagará para que luches por los suyos.

Esta es fácil de identificar. Párate, mira a tu alrededor y mira para quién trabajas. Si trabajas para tí misma, enhorabuena. Si trabajas para otro, pregúntate si ese trabajo está contribuyendo al cumplimiento de tus sueños / objetivos.


22. “Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito”

Si hay algo en esta vida sobre lo que debes ser cabezota, es sobre el hecho de conseguir tus objetivos. Porque normalmente la oportunidad viene disfrazada de fracaso y debes estar preparada para seguir probando manzanas podridas hasta llegar a aquella con el dulce sabor del éxito.


23. “The only thing standing between you and your goal is the bullshit story you keep telling yourself as to why you can't achieve it.”

Esta frase es del jeta de Jordan Belford, pero me gusta tanto que hace años me la imprimí y me la puse en mi cuarto, en un lugar donde pudiera verla cada día. Bueno, eso, y una foto de Leonardo DiCaprio para acompañarla.


24. Aprender a diferenciar las excusas de los problemas

El podcast de “Vivir viajando” no sólo me hace viajar por el mundo a través de Spotify, sino que cuenta cosas tan curiosas como que gente que tiene menos de 40 años o incluso menos de 30, le preguntan si a su edad es posible viajar, porque piensan que ya es demasiado tarde.

Igual de inverosímil me resulta que gente que no se siente a gusto en su trabajo, o que no encuentra, se quede en el sitio y busque todo tipo de excusas para no mover el culo. Es lo que Antonio G. también llama “creencias limitantes”.


25. “Para llegar a cualquier cosa que te propongas hace falta primero la ambición y luego el talento, el conocimiento y, finalmente, la oportunidad” – El juego del ángel

Así que no te rindas, porque cada día que pasa es un día menos que te queda para llegar a tu meta.


26. No intentes vivir a través de otra persona la vida que a ti te hubiese gustado vivir.

Este es un consejo para mi yo del futuro, si algún día tengo hijos. Recuerda vivir una vida plena, porque si no lo haces, corres el riesgo de utilizar a otras personas y presionarlas para que tomen decisiones que a ti te habría gustado tomar, pero que nunca tuviste la oportunidad, o peor, el coraje de tomarlas.


27. Levanta el huevo del sofá y sal de tu zona de confort, porque las cosas más interesantes te van a pasar ahí fuera.

Y cuando me refiero a salir, me refiero a salir de verdad. Sal de tu pueblo, sal de tu país. Vive fuera. Siempre estás a tiempo de volver.


28. “El mundo no desaparece, por mucho que cierres los ojos”

O dicho de otra manera, no vas a cambiar tu vida viendo Netflix desde el sofá.


29. Vivan los polifacéticos

¿Te gustan muchas cosas? ¿Tienes muchos hobbies o cosas a las que te gustaría dedicarte? ¡Genial! Tienes toda la vida por delante. PRUÉBALAS TODAS, ensúciate las manos y, si tienes que elegir, elige. Pero después de haberlas probado.


30. “El futuro no se desea, se merece” – El prisionero del cielo

Así que ve a por él. ¡VAMOS!

Sobre la autora de este post

Soy Rocío, una abogada reconvertida en programadora. Soy una apasionada de aprender cosas nuevas y ferviente defensora de que la única manera de ser feliz es alcanzando un equilibrio entre lo que te encanta hacer y lo que te saque de pobre. Mi historia completa, aquí. 

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